Una cálida bienvenida fue brindada a una abuela cubana de 88 años al llegar a Miami a través del programa de parole humanitario

Se celebró un emotivo encuentro cuando una abuela cubana de 88 años, beneficiaria del programa de parole humanitario, fue recibida en Estados Unidos por una docena de familiares.

Javier Díaz, un reportero de Univision, relató en Facebook cómo esta abuela cubana pudo finalmente unirse a su familia en Miami gracias al parole humanitario.

El video que acompaña su publicación, que ya ha obtenido más de 3 mil reacciones y 500 comentarios, captura el emotivo instante en que la anciana – que viajó en silla de ruedas – es efusivamente abrazada por varios familiares, algunos de ellos visiblemente emocionados.

La filmación refleja momentos de júbilo, lágrimas y risas, mientras se observa a los familiares presentando a la abuela a los más jóvenes, quienes posiblemente nunca antes la habían conocido en persona.

La publicación en línea fue recibida con un torrente de respuestas, evidenciando la calidez y solidaridad de los usuarios de la red. Mensajes de alegría y buenos deseos para la abuela y su familia inundaron la sección de comentarios.

Una comentarista en Facebook, emocionada por el acontecimiento, declaró: “Siempre hay tiempo mientras haya vida. Mis más sinceras felicitaciones a esta hermosa familia. Los años venideros los vivirá a su manera, tal como debe ser. Bendiciones”. Mientras tanto, otro usuario aportó un dato interesante al mencionar que la familia, protagonista de esta conmovedora reunión, tiene sus raíces en la provincia de Matanzas.

La internauta Aracelis Dorado se sintió profundamente impresionada por el amor que irradiaba la familia hacia su abuela: “Estoy asombrada por el amor que esta familia demuestra a su abuela. Es notable la emoción del joven del suéter blanco; se percibe que él la quiere mucho. Ahora es tiempo de disfrutar y deleitarse con un sabroso churrasco y disfrutar de unas cervezas”, bromeó.

Delia Lahera, por su parte, elogió la emotiva escena: “Qué bello gesto tuvo esa familia, que Dios le conceda a la abuela una vida prolongada para que disfrute a plenitud los años que le restan. ¡Bravo, abuela!”.

Finalmente, un conmovedor comentario resumió el sentir de muchos: “Esto toca mi alma, me recuerda a mi abuelita. Que Dios bendiga a esa maravillosa madre con sus hijos y familia”.

Desde el comienzo del año, la esperanza ha comenzado a iluminar las vidas de numerosos cubanos, gracias a la implementación del programa de parole humanitario por parte de la administración de Joe Biden. Han sido testigos de reencuentros que conmueven hasta las fibras más profundas del corazón en aeropuertos de Estados Unidos, especialmente en Miami, el hogar de una extensa comunidad cubana.

Mario J. Penton, un reconocido periodista, nos regaló recientemente una escena que tocó nuestras almas: una madre se encontraba de nuevo con su hijo pequeño, con quien llevaba más de un año de separación. El pequeño, acompañado por su abuela, llegó a suelo estadounidense gracias a este programa. Cada una de estas historias nos recuerda la importancia de la familia y la esperanza. Son historias de lucha, de perseverancia y, sobre todo, de amor. ¿Cuántas veces nos olvidamos de dar valor a los momentos sencillos en familia? ¿Cuánto podríamos aprender de la alegría y las lágrimas de estos reencuentros? ¿No te parece que estas historias merecen ser contadas y recordadas?