Este martes la administración cubana confirmó la prolongación de la extensión permitida para la permanencia de sus ciudadanos en el extranjero, una disposición que se puso en práctica por primera vez durante el brote de la pandemia de Covid-19 en marzo de 2020.
Como parte de una serie de acciones anunciadas durante la mañana, la administración recalcó la continuidad de esta extensión de estancia en el extranjero, más allá del período habitual de 24 meses, de forma gratuita y automática.
El propósito de esta medida, según se informó, es brindar apoyo a los cubanos que se encontraban fuera del país durante la etapa crítica de la pandemia de Covid-19.
Antes del surgimiento de la pandemia, las autoridades cubanas exigían a sus ciudadanos retornar a la isla en un plazo no superior a dos años para preservar su estatus de residentes. Sin embargo, debido al cierre de aeropuertos provocado por la crisis sanitaria, esta norma fue temporalmente suspendida, una suspensión que sigue vigente.
Además, existen otras medidas diseñadas para facilitar la migración de sus ciudadanos y el mantenimiento de lazos familiares.
Luego de años de políticas que han desgarrado a miles de familias cubanas, la administración admitió que estas medidas se implementan en un contexto de condiciones desafiantes en el país, situaciones que atribuye al embargo impuesto por los Estados Unidos.
La administración insistió en que la “hostilidad del gobierno estadounidense” busca “estrangular la economía cubana, perjudicar el nivel de vida de los habitantes, imponer restricciones excepcionales en las relaciones de Cuba con los cubanos residentes en territorio estadounidense y en otros países, así como generar obstáculos adicionales para la comunicación directa y los vínculos de los emigrados con su patria”.
Esta medida se implementa también considerando el indudable impacto socioeconómico global de la pandemia de Covid-19, cuyas consecuencias aún son evidentes, especialmente en el caso de Cuba, un país que sufre una persecución financiera severa por parte de la mayor potencia que la humanidad haya conocido, se agregó en el comunicado oficial.
Entre las otras medidas anunciadas el martes se encuentran la extensión de la validez del pasaporte cubano de 6 a 10 años para los ciudadanos mayores de 16 años, hasta 5 años para los menores de esa edad. También se eliminará la necesidad de renovar este documento, que anteriormente los ciudadanos debían tramitar cada dos años.
Además, el costo de los pasaportes se reducirá en los consulados de la isla en el exterior, según informó Soberón. Aseguró que ahora los adultos deberán pagar una tarifa de 180 USD/Euros y los menores de 140 dólares o euros, sin importar el país donde se realice la solicitud.
Sin embargo, esta reducción es significativa para los cubanos en los Estados Unidos, quienes actualmente pagan 350 dólares como tasa por su solicitud. Estos precios no incluyen las tasas por gestión no personal y sellos de correos.
Las autoridades cubanas decidieron igualar el tiempo de estancia permitido en Cuba para los cubanos que residen en el exterior y sus parientes extranjeros (cónyuges e hijos). Esta disposición permitiría a estos cubanos permanecer en el país junto a sus familias por un periodo de 180 días (seis meses).
Para los cubanos que emigraron antes de 1971, el gobierno de Cuba ha establecido ahora la obligatoriedad de ingresar al territorio nacional con un pasaporte cubano, “según la nueva Constitución”. Anteriormente, los individuos pertenecientes a este grupo de emigrados podían viajar a Cuba con los pasaportes de sus países de residencia, solicitando a las autoridades cubanas una visa HE-11.
En resumen, estas nuevas disposiciones buscan facilitar los viajes internacionales para los ciudadanos cubanos, mantener lazos familiares y adaptarse a las condiciones cambiantes provocadas por la pandemia de Covid-19 y la política exterior de los Estados Unidos.