La trayectoria de Bernardo Silva, el verdugo del Real Madrid, es un fascinante relato de superación personal y talento innegable. De un inicio plagado de miedos a su consagración como el as bajo la manga de Guardiola en el Manchester City, la historia de Silva es un claro ejemplo de la metamorfosis del jugador.

En julio de 2017, el Manchester City decidió apostar por Bernardo Silva, fichándolo por 50 millones de euros tras su destacada actuación en el Mónaco, donde fue una pieza clave en la conquista de la Ligue 1 y en la memorable campaña hasta las semifinales de la Champions League, junto a Kylian Mbappé. Su habilidad para manejar el balón, su destreza técnica y su astucia en el campo fueron evidentes en la épica victoria por 4-0 contra el Real Madrid, donde anotó dos goles y aseguró el pase del Manchester City a su segunda final de la Champions League, esta vez contra el Inter de Milan.

Originario del Benfica, en las calles del Reino Unido le apodan ‘Bubblegum’ por su impresionante habilidad para controlar el balón y llevarlo pegado a sus pies en sus regates. Pero su magia no acaba ahí. En la semifinal, su instinto goleador brilló más que nunca: tras dos intentos frustrados de Erling Braut Haaland, Silva marcó dos goles decisivos.

La carrera de Silva comenzó en el Benfica, donde se formó y logró sumar minutos con el equipo B. Pese a provenir de una familia acomodada, su mayor temor era no llegar a ser profesional. Desafortunadamente, su carrera pareció estancarse en la temporada 2013/14, por lo que decidió buscar oportunidades en otros lugares. Fue entonces cuando se unió al Mónaco, una decisión que marcaría un antes y un después en su carrera. Su desempeño en el Mónaco fue tan impresionante que el club decidió ejercer la opción de compra por 16 millones de euros solo seis meses después de su llegada.

Su rendimiento ascendente y su contribución clave en la conquista de la Ligue 1, así como en la llegada a las semifinales de la Champions League en la temporada 2016/17, llamaron la atención del Manchester City, que decidió ficharlo por 50 millones de euros. “Puede jugar en cualquier posición porque entiende perfectamente el juego, con y sin la pelota”, dijo Josep Guardiola, su actual entrenador.

Bajo la dirección de Guardiola, Silva se convirtió en una pieza fundamental del equipo. En su primera temporada, anotó nueve goles y dio once asistencias, ganando la Premier League y la Copa de la Liga de Inglaterra. Su excelente rendimiento continuó en las temporadas siguientes, y en 2019, firmó una renovación de contrato hasta mediados de 2025.

Su versatilidad es uno de sus mayores atributos, algo que Guardiola ha destacado en diversas ocasiones. “Tiene la habilidad de leer las posiciones y darnos un pase extra. Sabe cómo presionar a tres jugadores en dos movimientos. No hay ningún otro futbolista en el mundo capaz de hacer algo así. No es una cuestión física, es cuestión de inteligencia”, subrayó Guardiola.

En la temporada 2019/20, Silva participó en 52 partidos y anotó ocho goles, manteniendo su papel fundamental en la estructura del equipo en la temporada 2020/21 y sumando 45 partidos para llevar su total con el club a 201. La temporada 2021/22 fue excepcional para el famoso mediocampista, logrando tres premios consecutivos al Jugador Etihad de la temporada y marcando 13 goles en 50 partidos.

Bernardo Silva también ha dejado su huella en la escena internacional, formando parte del equipo portugués que llegó a los cuartos de final de la Copa del Mundo de Qatar 2022. Su ética de trabajo, siempre elogiada por Guardiola, es un elemento clave en su influencia y su contribución a los numerosos triunfos del Manchester City en sus cinco años con el club: cuatro Premier Leagues, cuatro Copas de la Liga de Inglaterra, una FA Cup y dos Community Shield.

Hoy, Silva está a punto de escribir un nuevo capítulo en su historia al tener la oportunidad de alzar la primera Champions League en la historia del Manchester City, mientras equipos como el PSG y el Barcelona compiten por pagar los 80 millones de euros que costaría su ficha. ¿Su próximo destino? Sólo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: Bernardo Silva es un jugador que cualquier entrenador desearía tener en su equipo. Como Guardiola, todos desean disfrutar de su magia en el campo.