“¿La mula tumbó a Genaro?” “Indudablemente, esta frase hace eco a una de las máximas arraigadas en la memoria popular de Cuba.”. Cuando se cuestiona a los lugareños sobre el destino de Genaro tras su inesperado encuentro con el suelo, la respuesta universalmente es: “pal suelo”. No obstante, el origen de esta expresión se encuentra envuelto en dos distintas interpretaciones: una de semblante creíble y la otra con tintes de imaginación.

Según narra el periodista cubano Luis Carlos Frómeta Agüero en su relato para La Demajagua, Genaro era un trabajador en el oficio de torcer tabacos, que caminaba con un arrastre en su pierna derecha a causa de una limitación física. Poseía una mula de pelaje blanco a la que consideraba su fiel compañera.

 

Un día, mientras aguardaba en la estación del ferrocarril la llegada de su amada, decidió montarse en su mula para tomar un descanso. Pero el estruendo del tren llegando y el chirrido de su pitido causaron tal sobresalto en la mula, que Genaro fue despojado de su lugar, cayendo al piso. Genaro recobró su consciencia en el hospital del pueblo, con su cabeza y pierna vendadas tras el incidente.

La maravilla de este relato radica en su universalidad, ya que no se limita a la cultura cubana. Hay ecos de historias similares con arrieros de nombre Genaro en México y en varios países de Centroamérica que también han tenido desafortunados encuentros con el suelo a causa de sus mulas.

Pero la vida de Genaro y su mula ha trascendido más allá de ser solo una anécdota. Se ha inmortalizado en la música, conquistando el ritmo del danzón en “La Mula de Don Genaro”, a cargo de la Danzonera La Playa, y fusionándose con el jazz cubano en “Genaro tumbó a la Mula”, interpretado por Peruchín and Friends, presente en el disco Antobal’s Cuban All Stars.

¿Te habías cruzado con la historia de Genaro y su mula antes? ¿Conoces alguna expresión popular de tu región con un trasfondo tan pintoresco? Las historias como estas, que se tejen en la trama de nuestra cultura, son las que nos conectan y nos hacen más humanos. Comparte esta narrativa y deja que la historia de Genaro siga viajando, tal vez, más lejos que lo que él y su mula pudieron haber soñado.