El miércoles, las autoridades cubanas hicieron una aclaración importante respecto a la vigencia de los pasaportes emitidos antes de la implementación de nuevas regulaciones. Informaron que los pasaportes de seis años, ya emitidos o que se emitirán hasta el 30 de junio, no se verán afectados por la extensión de la validez.

Ernesto Soberón, encargado de la Dirección General de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE), explicó en una sesión de diálogo sobre las próximas medidas relativas al pasaporte, que estas entrarán en vigor a partir del 1 de julio. Solo los pasaportes expedidos después de este día se beneficiarán de una vigencia ampliada a 10 años.

Soberón hizo hincapié en que “se están realizando una serie de ajustes técnicos que estarán listos para la fecha indicada y posibilitarán la emisión de pasaportes con mayor duración”.

Resaltó que la administración “se esforzó en encontrar la respuesta más sensata, justa y ventajosa para los cubanos con pasaportes aún en vigor”, y esa solución es permitir que los pasaportes de seis años “convivan en el tiempo” con los nuevos de 10 años.

Soberón detalló que los pasaportes con una duración de seis y 10 años coexistirán hasta el primer semestre de 2029, que es cuando expirarán los pasaportes expedidos hasta el 30 de junio de 2023.

También explicó que “Cuba no puede responsabilizar a las aerolíneas de calcular la vigencia de los pasaportes”. Además, no es viable extender las fechas de los pasaportes ya emitidos debido a que implicaría costos adicionales y procedimientos”.

Con respecto a la extensión que los cubanos debían realizar cada dos años y que será eliminada como parte de las nuevas medidas anunciadas el martes, Soberón aseguró que a partir del 1 de julio, “esta exigencia no será aplicable a ningún tipo de pasaporte, ya sea de seis o de diez años”.

Estas aclaraciones se dieron a raíz de las interrogantes surgidas tras el anuncio del gobierno el martes, acerca de las medidas para “simplificar” los procesos migratorios de sus ciudadanos. Entre estas se incluyen la ampliación de la vigencia del pasaporte de seis a 10 años, la eliminación del requisito de prórrogas para este documento, y la reducción de su costo en los consulados.