Alcides Sagarra, ha sido recientemente investido con el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad del Deporte de Cuba, en una ceremonia que, aunque tardía, celebra décadas de dedicación y maestría en el deporte pugilístico.

Este destacado formador de campeones, ahora de 89 años, fue bautizado como el ‘padre’ de la escuela cubana de boxeo, guiando con mano maestra a innumerables atletas hacia la victoria en arenas internacionales durante más de cuatro décadas.

“Este honor, aunque ha tardado en llegar, es un pequeño gesto ante la monumental influencia y la rica trayectoria de Alcides en el deporte cubano y mundial. A través de su habilidad singular para extraer lo mejor de las personas, educarlas y, simultáneamente, brindarle intensas alegrías a nuestro pueblo, se ha ganado un lugar eterno en nuestros corazones y nuestra historia», expresó Silvano Merced Len, rector de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo (UCCFD).

La distinguida ceremonia tuvo lugar en la residencia de Sagarra, ubicada en el municipio Playa de La Habana, donde familiares y líderes del Instituto Nacional de Deportes (INDER) se reunieron para celebrar este honor especial.

Consuelo Sagarra, hija de Alcides, con voz emotiva y palabras cargadas de orgullo y gratitud, compartió: «En representación de nuestra familia, y especialmente de mi padre, extendemos nuestro más profundo agradecimiento por este reconocimiento proveniente del mismo centro educativo que él tanto apoyó, ayudando a formar a jóvenes atletas durante tantos años».

«Mi padre siempre ha estado entregado por completo a la creación de generaciones de campeones. Siempre aprendiendo tanto de los triunfos como de las derrotas, y siempre dispuesto a compartir sus valiosas lecciones con tanto cubanos como extranjeros», agregó.

Nacido en Santiago de Cuba, Sagarra, quien se retiró hace más de una década tras dirigir el equipo nacional desde 1964 hasta 2001, no solo fue un entrenador, sino un creador de campeones olímpicos y mundiales. Su legado es tan dorado como las 32 medallas olímpicas, y tan profundo como las 63 y 64 obtenidas en campeonatos mundiales en categorías senior y entre juveniles y cadetes, respectivamente, todas ellas testimonio de una vida dedicada, no solo al deporte, sino a la construcción de un legado y una nación fuerte y resiliente.

Esta distinción Honoris Causa, otorgada en el 50 aniversario de la Universidad del Deporte de Cuba, no solo celebra a Sagarra como individuo, sino que también se convierte en una celebración de la perseverancia, el espíritu indomable y la fortaleza del deporte cubano.