El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en EE. UU. ha elevado un aviso de precaución a raíz de informes recientes sobre fatales infecciones causadas por la bacteria Vibrio vulnificus, a menudo referida como «come carne».

Las alertas se dispararon después de detectar infecciones en individuos con heridas que tuvieron contacto con las aguas de la costa, especialmente cerca del Golfo de México y la costa este. Asimismo, existe la posibilidad de que algunos casos se hayan originado por consumo de alimentos contaminados.

El CDC señaló que, anualmente, estas bacterias son responsables de cerca de 80.000 enfermedades en el país. «Diversas especies de Vibrio afectan a las personas, siendo V. parahaemolyticus la más común, abarcando cerca del 40% de los casos registrados», menciona el comunicado oficial.

Los síntomas comunes de estas infecciones incluyen diarrea, náuseas, fiebre y vómitos, entre otros. Sin embargo, V. vulnificus es especialmente preocupante, ya que puede causar condiciones fatales. De hecho, el CDC estima que una de cada cinco personas infectadas con esta bacteria fallece en un corto plazo tras manifestarse los síntomas.

La bacteria, que se halla de manera natural en aguas costeras, puede infectar a las personas a través de heridas abiertas o por el consumo de mariscos crudos, especialmente ostras. Afortunadamente, no hay evidencia de transmisión de humano a humano.

Aquellos con enfermedades subyacentes, como problemas hepáticos o diabetes, están en mayor riesgo. «Las infecciones por V. vulnificus se manifiestan rápidamente, llevando a infecciones necrotizantes en la piel y tejidos blandos», aclara el comunicado.

Agravando la situación, la bacteria prospera en aguas cálidas, siendo el verano su temporada de mayor actividad. Se ha observado un incremento significativo de casos desde 1988 a 2018. En el verano de 2023, con altas temperaturas en la superficie marina y olas de calor, estados como Connecticut, Nueva York y Carolina del Norte reportaron casos graves e incluso mortales.

Las autoridades sanitarias recalcan la importancia de un tratamiento temprano para mitigar el riesgo de fatalidad por estas infecciones. Solo en agosto, se registró el fallecimiento de cinco personas en Tampa, Florida, y tres más en Nueva York y Connecticut a causa de esta bacteria.

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