Un Tesla, el renombrado vehículo eléctrico, ha hecho su debut histórico en las calles de Cuba, desatando un torbellino de comentarios y especulaciones en las redes sociales.
La noticia comenzó a circular cuando Luis Enrique Lorenzo Puga, un usuario de Facebook, compartió una imagen del reluciente Tesla, aún sin matrícula, en el grupo Autos Diplomáticos en Cuba, anunciando su llegada como el «primer Tesla en Cuba». Rápidamente, otros miembros del grupo se sumaron a la conversación, aportando avistamientos del vehículo sobre un camión azul en la Autopista Nacional. Mauro Párraga, quien afirmó ser empleado del Taller SEA Automotriz en La Habana, añadió que tuvieron el honor de recibir el coche en el puerto y prepararlo para su primer recorrido cubano. Se rumorea incluso que el afortunado propietario reside en Ciego de Ávila.
La ironía no se hizo esperar en la red, donde los usuarios hicieron chanzas sobre la practicidad de un coche eléctrico en una nación donde los cortes eléctricos son moneda corriente. «¡Parece que olvidó la planta eléctrica en casa!», bromeó un usuario, aunque no faltaron aquellos que especularon que, probablemente, el dueño del Tesla haya previsto algún plan de contingencia para estas interrupciones o que, sencillamente, no se vea afectado por ellas.
En cuanto al coste, algunos comentaristas minimizaron la adquisición, señalando que, en comparación con otros vehículos de lujo avistados en la isla, como los Cadillac Escalade o los Porsche, el Tesla es significativamente más accesible. «Cuesta menos de la mitad que esos modelos», apuntó uno, mencionando que el precio nuevo ronda los 34 mil dólares, sin tomar en cuenta posibles descuentos fiscales.
Sin embargo, el debate se intensificó en torno a la funcionalidad del vehículo en Cuba, donde la conectividad a internet es limitada. Algunos usuarios bromeaban sobre las complicaciones que enfrentaría el sistema de piloto automático del coche en las impredecibles calles cubanas o la cantidad de datos que consumiría una simple actualización del sistema. «Imagina intentar usar el autopilot aquí, con bicitaxis y carros de caballos cruzándose. ¡El sistema entraría en crisis!», comentó un internauta, reflejando el sentimiento general de que, aunque el vehículo es operativo, las condiciones locales impedirían el uso completo de sus avanzadas características.
Este evento sigue a un incidente en mayo donde una foto de un Tesla blanco se hizo viral, supuestamente en Cuba, pero más tarde se confirmó que el vehículo estaba, de hecho, en Puerto Rico. Sin embargo, esta vez, parece que Cuba ha recibido oficialmente su primer Tesla, marcando un momento intrigante en la historia automotriz del país.