Cuando hablamos de las telenovelas cubanas más destacadas y aclamadas de todos los tiempos, no podemos dejar de mencionar “Sol de Batey”. Aunque Cuba se ha ganado la reputación de producir historias cautivadoras, esta telenovela en particular logró destacarse y se convirtió en un recuerdo imborrable para muchos.

“Sol de Batey”, producida en 1985, nos transporta a una época de guerra y nos muestra cómo el amor y el romance prevalecen a pesar de los conflictos, a través de los testimonios de sus protagonistas. Esta adaptación de Dora Alonso nos sumerge en la lucha de Rosario y Antonio Frasneda por su amor.

La historia nos presenta a Rosario, una joven hija de Esteban, un acaudalado hacendado cubano y propietario de una imponente azucarera.Desde muy pequeña, Rosario perdió a su madre y su crianza quedó a cargo de su padre y de su tía Teresa. Sin embargo, Teresa siempre sintió desprecio por la difunta madre de Rosario, Lisandra, quien le fue infiel a Esteban y deshonró a su hermano.

A lo largo de “Sol de Batey”, Teresa maltrata a Rosario debido al gran parecido que tiene con su madre. A pesar de estos maltratos, Rosario encuentra apoyo en su madrina, la aristócrata Gertrudis de Sandoval y Santa Cruz, y se enamora perdidamente de su sobrino, Alejandro Frasneda. Sin embargo, la muerte de Esteban y la interferencia de Teresa impiden el amor entre Rosario y Alejandro, obligándola a casarse con otro hombre enamorado de otra mujer. Mientras tanto, Antonio, incapaz de amar a Rosario, se une al movimiento independentista en Cuba en busca de libertad.

En medio de una revuelta de esclavos, el esposo de Rosario muere trágicamente debido a su relación con la mulata Tojosa, su amante. La violencia se hace presente y Rosario se ve atrapada sin ninguna posibilidad de escape. Es en este punto que Rosario vuelve a los brazos de Antonio Frasneda en busca de su felicidad. Por otro lado, Teresa se sumerge en la locura, producto de su maldad y de todo el daño que ha causado.

“Sol de Batey” no solo se destaca por su trama apasionante, sino también por retratar de manera cruda y realista el contexto histórico y social de la época. Ubicada en el siglo XIX, la telenovela nos sumerge en las conspiraciones independentistas en Cuba y en la inhumana forma en que se trataba y torturaba a los esclavos. Uno de los elementos más impactantes de la producción fue la representación cruda de las subastas de esclavos y los castigos brutales que recibían, como el terrible “bocabajo”, donde eran sometidos a dolorosos latigazos.

En el elenco de “Sol de Batey” destacaron talentosos actores cubanos, entre ellos Ramoncito Veloz interpretando a Reinaldo de Mendoza, el perverso esposo de Rosario. Aurora Pita dio vida a la dulce madrina de Rosario, Doña Gertrudis de Sandoval y Santa Cruz. Verónica Lynn brilló como la malvada Doña Teresa, mientras que Luisa María Jiménez cautivó como la esclava mulata Tojosa. Idelfonso Tamayo completó el elenco como el enigmático negro Liberato Criollo.

Los roles protagónicos de “Sol de Batey” estuvieron a cargo de Susana Pérez, quien interpretó a Rosario, y Armando Tomey, quien dio vida a Antonio Frasneda.

Revive la magia de “Sol de Batey” y sumérgete en esta inolvidable historia que dejó una huella imborrable en la televisión cubana.