En un corazón que ahora alberga un océano de duelo, un padre cubano recién asentado en Florida eleva un desgarrador llamado, solicitando asistencia urgente para reunir a sus pequeños hijos con él en EE. UU., luego de sobrevivir al espantoso accidente de tráfico en Chiapas, México, que cobró la vida de 10 mujeres, incluida su esposa, Ailen Moreira Guimarais.

Con lágrimas que naufragan en su mirada, Velasco compartió su angustia y desesperación con el periodista Mario J. Pentón de America Tevé, relatando cómo su familia fue fragmentada en un instante: su hija Ariany, de 7 años, su hijo Alejandro Adrián, de 12, su amada esposa Ailen, de 34, y el hermano de ella, todos viajaban en el vehículo que se vio envuelto en el fatal incidente.

«Alejandro está en el hospital, recién operado de su bazo y con complicaciones pulmonares; y mi pequeña Ariany está con unos amigos en México. Mi anhelo más profundo es abrazar a mis hijos otra vez”, expresó Velasco con voz temblorosa.

A pesar de su reciente llegada a EE. UU. y de encontrarse aún en el proceso de regularización migratoria, Velasco busca desesperadamente acelerar la visa humanitaria para que sus hijos, ahora sin su amorosa madre, puedan unirse a él en este momento de inmensurable dolor.

«Es imperativo para mí tener a mis hijos aquí, pues son lo único que ellos tienen, y yo, lo único que me queda de ella», confesó.

En medio del torbellino de emociones, la salud delicada de Alejandro Adrián se cierne como una ominosa nube sobre la familia. La calidad y accesibilidad de la atención médica en México es una incógnita que atormenta tanto a Velasco como a Yenelis Fernández, prima de la fallecida, quien compartió desde EE. UU.: «Estamos realmente preocupados, pues las autoridades mexicanas querían llevarse a Ariany y no queremos perderla. Además, mi primo, su tío, debe reubicarse con Alejandro a otro estado».

En medio de la inmensa incertidumbre y la complejidad del traslado del estado crítico de Alejandro, la familia clama por claridad y apoyo. «No sabemos a qué hospital lo trasladarán. Solo deseamos que los niños puedan estar con su padre lo antes posible, especialmente en esta situación tan traumática, necesitan el abrazo y el consuelo paterno», enfatizó Yenelis.

La familia se ha comunicado, en su búsqueda de ayuda, con figuras políticas de Florida, como el senador Marco Rubio y el congresista Mario Díaz-Balart. Además, la incertidumbre sobre la repatriación de los restos de Ailen a Cuba, en caso de que así lo deseen los familiares, se suma a su ya pesada carga emocional, aunque la embajada cubana en México ha expresado su disposición de ayudar.