La desaparición de un ser querido puede ser una de las experiencias más desgarradoras que una persona pueda enfrentar, y para Maylén Fonseca González, residente en Bayamo, Cuba, esa es su cruda realidad desde hace meses. Maylén vive en constante angustia desde que su esposo, Eliesber Santos Mojena, desapareciera sin dejar rastro en Houston, Estados Unidos.

Desde el pasado julio, la mujer ha inundado grupos de Facebook de cubanos residentes en Houston con imágenes y detalles de su esposo, en un intento desesperado por reunirse con él. Las últimas noticias que tuvo sobre su paradero lo vinculan con un grupo de individuos que, al igual que Eliesber, mostraban signos de traumas psicológicos y que necesitaban atención médica.

“Estamos desesperados, anda como indigente», afirmó Maylén en una de sus publicaciones, rogando a la comunidad por cualquier tipo de información que pueda ayudar a localizar a Eliesber.

La escasa información que se tiene sugiere que Eliesber podría estar viviendo en la calle, deambulando en un estado vulnerable. «Fue visto en una gasolinera en el centro de Houston como indigente en un grupo de 15 personas”, destacó Maylén.

La distancia y el hecho de estar en un país extranjero complican aún más la búsqueda. Maylén, que sigue en Cuba, ha compartido su número de teléfono (52070521) con la esperanza de que alguien pueda proporcionar alguna pista sobre el paradero de su esposo. Su petición no solo refleja la desesperación, sino también el dolor y la impotencia que siente al estar tan lejos y no poder hacer más.

Las reacciones en las redes sociales no se han hecho esperar. Numerosos cubanos han expresado su solidaridad y consternación por el doloroso giro que ha tomado la vida de un compatriota que, como tantos otros, emigró buscando un futuro mejor para su familia. Esta situación resalta las arduas dificultades y los desafíos emocionales a los que se enfrentan muchos migrantes, quienes a pesar de buscar una vida mejor, a veces se encuentran en situaciones inesperadas y dolorosas.

La esperanza es que con la difusión de la historia y la solidaridad de la comunidad, pronto se pueda encontrar a Eliesber y reunirlo con su familia.