En un reciente viaje lleno de nostalgia y admiración tecnológica, un joven de origen cubano se adentró en las raíces de uno de los gigantes de la tecnología moderna, visitando la casa donde Apple fue concebida. Situada en 2066 Crist Drive, Los Altos, California, esta residencia no es una casa ordinaria; es el lugar donde la familia adoptiva de Steve Jobs crió al icónico cofundador de Apple.

Este sitio histórico, donde Steve Jobs junto a Steve Wozniak iniciaron una revolución tecnológica, ha sido designado como patrimonio histórico protegido de California. Esto asegura que la estructura original se mantendrá intacta, sin posibilidad de desarrollo adicional que altere su estado actual.

El garaje de la casa es particularmente famoso por ser el lugar donde Steve Wozniak ensambló los primeros ordenadores Apple I, dispositivos que Jobs posteriormente vendió, marcando el inicio de una era tecnológica. La mayoría de estos primeros modelos encontraron su camino hacia la tienda Byte Shop de Paul Terrell, donde se vendieron por 500 dólares cada uno. Otros fueron distribuidos entre los miembros del Homebrew Computer Club, un punto de encuentro crucial para Wozniak y Jobs durante sus primeros días de colaboración.

Según el portal Iphoneros ,la casa actualmente pertenece a Patricia Jobs, quien jugó un papel fundamental ayudando a los dos Steves en sus primeros días. Marilyn Jobs, la madre adoptiva de Steve, todavía reside allí, conservando la esencia de aquellos días pioneros.

La historia de esta modesta casa en Los Altos es un testimonio del espíritu emprendedor que sigue inspirando a generaciones. Desde la fundación de Apple en ese pequeño garaje hasta su estatus actual como líder mundial en tecnología, el legado de innovación y visión de futuro sigue siendo tan relevante como hace más de 36 años, cuando el objetivo era simple pero ambicioso: crear ordenadores personales accesibles para todos.

Este viaje no solo fue una exploración física de un sitio emblemático sino también un viaje emocional hacia la comprensión de cómo grandes ideas pueden surgir en los lugares más inesperados.