El 21 de julio de 1975, a los 66 años, falleció el reconocido Miguel Alfonso Pozo, mejor conocido como Clavelito. Este famoso personaje de la música campesina cubana, repentista y considerado por muchos como «milagrero», fue una figura prominente en la radio cubana en la década de 1950.

Clavelito nació en 1908 en Ranchuelo, Las Villas, en un hogar humilde, y comenzó a trabajar como pregonero y vendedor ambulante. Sus primeros pasos en el mundo del arte los dio en la emisora CMHI, de Santa Clara, en el dúo Moranito-Clavelito. Luego, Amado Trinidad lo contrató para escribir las décimas de Pepe Cortés, «el bandolero romántico», en la RHC Cadena Azul. Más tarde, Clavelito trabajó para la emisora CMQ en programas como Controversias Colgate, Rincón Criollo, Por los Campos de Cuba y El Horóscopo de Clavelito, este último le brindó gran fama.

Expulsado de la CMQ debido a desacuerdos con su propietario Goar Mestre, Clavelito pasó a trabajar en Unión Radio Televisión, el principal competidor de CMQ. Allí, los propietarios Gaspar Pumarejo y Ángel Cambó le dieron la oportunidad de realizar un programa con sus propias ideas, surgiendo así el espacio radial de mayor audiencia en la década de 1950.

El programa se distinguía por su estructura de consulta espiritual radiofónica, donde los oyentes podían participar llamando por teléfono para hacer preguntas o enviar cartas pidiendo salud, trabajo, estabilidad matrimonial, e incluso ganar la lotería. Clavelito pedía a sus oyentes colocar un vaso con agua sobre la radio para que se «magnetizara» e ingerir su contenido al final de la emisión, prometiendo solución a todos los problemas.

Tanta fue la popularidad de este programa, especialmente entre la población campesina, que se recibían cerca de 50.000 cartas mensuales. Aficionados que consideraban a Clavelito como un mesías, médium o milagrero se congregaban fuera de la emisora para verlo y escuchar su voz.

Pese a su popularidad, Clavelito enfrentó críticas e incluso burlas de poetas como Nicolás Guillén y de varias instituciones, incluyendo la Comisión de Ética Radial y la Asociación de Anunciantes de Cuba, que consideraban su programa inmoral. Esta presión resultó en el cierre de su programa en plena emisión y el arresto de Clavelito, aunque fue liberado debido a las protestas del público.

Clavelito también se lanzó como candidato a representante por el Partido Auténtico, aunque nunca ganó las elecciones. Tras el cierre de su programa, continuó con sus presentaciones radiales durante varios años, pero sin el mismo impacto anterior.

Aun así, Clavelito dejó un legado musical importante con composiciones que aún se interpretan en el programa televisivo de música campesina Palmas y Cañas, tales como El sombrero de guano y la guayabera y El Caballo y la montura. También escribió libros y fue dueño de pequeños negocios, incluyendo una quincalla donde vendía su propia marca de perfume, Mapclavé.

Clavelito, pese a las críticas, brindó fe y esperanza a muchas personas en Cuba y se ha convertido en parte integral de la historia de la radio cubana.